Existen niños y niñas con necesidades especiales en educación, y en el desarrollo de habilidades, que les permitan comunicarse, desplazarse y acceder a la adquisición de conocimientos.
Algunas situaciones especiales son permanentes, como el síndrome de Down, autismo, parálisis cerebral, sordera o ceguera. En estos casos es necesario que el niño reciba atención especializada lo antes posible para que logre desarrollar al máximo sus habilidades en el tiempo que su capacidad y ritmo de aprendizaje lo permitan.
Es común escuchar relatos desagradables por parte de los padres en relación con la atención que reciben los niños con necesidades especiales. Ya que por desesperación o desconocimiento depositan su confianza y la atención de sus hijos a personas sin escrúpulos que entorpecen el buen desarrollo de los niños, desaprovechando tiempo valioso que los priva de gozar de una mejor calidad de vida.
Antes de elegir a la persona o institución que se hará cargo de la atención de un niño con necesidades especiales es preciso que los padres:
- Exijan ver los documentos que avalan la preparación profesional del especialista, y verificar que la institución que lo certifica sea seria y reconocida.
- Además de la preparación académica es importante la experiencia, si le es posible póngase en contacto con algunos padres que le informen sobre la atención y resultados que han obtenido.
- Documéntese sobre la situación específica que su hijo presenta; además de comprenderlo podrá participar de forma asertiva en su desarrollo y educación.
- No existe un lapso de tiempo definido para la adquisición de habilidades, competencias o aprendizajes. Cada caso es único con características especiales y necesidades específicas, si intentan que usted crea lo contrario seguramente está ante un charlatán.
- No existen tratamientos ni curas milagrosas para las necesidades especiales permanentes como síndrome de Down, parálisis cerebral, autismo, sordera o ceguera.
- No permita que le apliquen a su hijo medicamentos que ofrezcan la cura de las situaciones ya mencionadas. El niño puede lograr avances significativos en diversas áreas, no así la cura. La aplicación de medicamentos deberá tener un estricto control médico.
La falta de experiencia en los padres de niños con situaciones especiales, los lleva al desgaste físico y desánimo.
En cambio la elección del especialista o institución adecuada, le permitirá observar la adquisición de habilidades, competencias, cambios de conducta y aprendizaje; no en un tiempo récord, pero sí de acuerdo a la situación específica del caso.
Xóchitl M. Rendón Arévalos
M. C. en Educación Especial